miércoles, 25 de septiembre de 2013

¿Acaso no sabes quién soy yo?

Primer ensayo Ciencia Política: Miércoles 18 de Setiembre, me encontraba en el ascensor y aproveché para mirar el reloj. Se me había hecho tarde, eran ya las 6:37 pm. Llegué al quinto piso y me acerqué hacia la secretaria del Doctor More . “Hola, ¿cómo estás? Tengo una cita para las 6:30 de la tarde”, le dije. Ella me sonrió y respondió el saludo. Me comentó que acababa de entrar una paciente, pero al terminar me atendería el Doctor. Le agradecí y me senté a esperar alrededor de 25 minutos (lo mismo ocurrió con 2 personas más que llegaron después de mí). Todos estaban silenciosamente leyendo una revista, observando su celular o cabeceando. De pronto se escucharon los fuertes pasos de un hombre que llegaba vestido formalmente. Él se acercó a la secretaria y con su gruesa voz le dijo “¿Está el Doctor?”. Ella asintió con la cabeza y preguntó educadamente si tenía cita para hoy. El individuo respondió que no, y que no era necesario ya que el médico lo conocía. La señorita trató de mantener la calma y le explicó que en ese caso tendría que esperar hasta que pasen todos los pacientes que han sido citados para hoy. Fue entonces cuando se desató la discusión. El hombre gritando y con una actitud prepotente le dijo “¿Acaso no sabes quién soy yo?”. Ella sólo le respondió con una mirada temerosa. En aquel momento pude evidenciar que automáticamente se formó una montaña social sobre la base del poder, donde había alguien que mandaba desde la cima y otra persona que obedecía por temor . ¿Cuál era el factor que permitía a este sujeto actuar como un matón ? ¿Qué es lo que forzaba a la secretaria a mantenerse con una actitud sumisa? A partir de este suceso intuyo que debe existir una consecuencia de un nivel altamente perjudicial para aquel que no acate a la orden del dominante. Es decir, para no inmiscuirse en problemas o ser víctima de algún tipo de peligro, accedemos al mandato del más poderoso . En este ensayo examinaré, mediante otras situaciones y testimonios, si es que el temor es una de las principales causas que nos llevan a consentir ciertos abusos del poder . Según algunos sociólogos, el miedo es causado por un peligro real o imaginario y se consolida como una sensación de inseguridad que produce en las personas la necesidad de buscar medios que los salvaguarden. De esta manera, se evidencia la posibilidad de hacer uso del miedo para lograr cualquier objetivo ya sea de tipo individual o colectivo. Pueden existir situaciones en las que varíe el nivel con que se ejerce el poder mediante el temor, es decir, en algunas circunstancias el miedo que florece por parte de la sociedad debido a algún estímulo puede no ser tan trascendente. Sin embargo, si en otros casos la magnitud con que se ejerce este tipo de poder es exorbitante, esto podría llegar a causar secuelas de por vida. ¿Por qué la funcionaria de la clínica siempre se mantuvo en una actitud sumisa? Después del infortunio ocurrido entre el hombre de terno y la secretaria del Dr. More, una de las pacientes que había observado todo lo acontecido se acercó a la trabajadora y le sugirió que reporte esta situación a su jefe. “Prefiero no buscarme problemas ni poner en riesgo mi trabajo”, contestó. Una respuesta de este tipo revela que, si una persona se encuentra atemorizada o se siente amenazada , no tomará en cuenta como solución lo que sería “justo” si es que el beneficio de haber incurrido en aquella decisión es menor que el costo de asumir algún riesgo. Mi padre siempre mencionaba que en los colegios actuales se había perdido la “verdadera” forma de enseñanza, que ya nadie era responsable porque no había a quién obedecer. Para argumentar su perspectiva me repetía esta expresión: “La letra con sangre entra” , una frase mencionada por Miguel de Cervantes Saavedra en su famoso libro Don Quijote de la Mancha. Con esto se entendía que, para comprometerse con los estudios, debía emplearse un castigo que implique daño corporal. Sin embargo, esto también forma parte del conjunto de acontecimientos que muestran a un dominante haciendo uso de una persuasión que suscite temor para que la persona supeditada realice lo que se le exija. Pero, ¿hasta qué punto es permisible o adecuado ejercer este tipo de poder? ¿No es acaso una evasión a la libertad y dignidad de la persona? Haciendo mención del segundo plano donde las heridas en un grupo son mayores, recuerdo el reportaje que se transmitió en el programa de televisión Reporte Semanal el año pasado sobre testimonios de los pobladores que habían sido víctimas de la Masacre de Lucanamarca , una de las agresiones más sangrientas causadas por los terroristas. Aquel domingo 3 de abril de 1983, alrededor de sesenta miembros de Sendero Luminoso realizaron un escalofriante ataque en las zonas de este pueblo ayacuchano causando la muerte de sesenta y nueve campesinos. Según los testimonios, Abimael Guzmán dio la orden de asesinar con armas de fuego, hachas, machetes y cuchillos a los habitantes de este pueblo como venganza de la muerte de su representante en Lucanamarca. Envenciona Huancahuari, una de las sobrevivientes de este atentado, asegura que hasta el día de hoy no puede descansar tranquila porque constantemente se mantiene atemorizada, se asusta hasta por el ladrido de un perro. A pesar de que estos sucesos son evidentes, yo sigo creyendo que el poder mediante el temor es completamente Maquiavélico cuando se pinta de buena gente. Con esto hago referencia específicamente a los noticieros televisivos nacionales que invaden nuestras mañanas con reportajes de delincuencia, asesinatos, violaciones y secuestros. ¿Con esto nos quieren demostrar que nos están alertando o es que sencillamente buscan mantenernos bajo dominio? Según el Licenciado Profesor Eduardo Luis Haiek, la televisión tiene una gran fuerza expresiva que otorga un alto grado de influencia en la sociedad . Por esta razón, rescato que este medio de comunicación ha logrado causar en nosotros un temor excesivo en nuestras vidas. De este modo, no logramos estar seguros al salir de nuestras casas ni al permanecer dentro de ellas porque en cualquier momento nos podrán atacar. Esta sería una buena oportunidad para el Gobierno de ejercer manipulación sobre los pobladores para luego presentarse como los “superhéroes” por quienes tendríamos que votar para estar por lo menos alejados de la boca del lobo. Pero, ¿No será que ya nos encontramos temblando dentro de la boca del lobo? Al igual que la secretaria de la clínica, o que los alumnos de la antigua escuela , el temor ejerce en nosotros un alto dominio que nos lleva a decidir en base a lo que la persona o grupo de personas autoritarias dispongan. Con esto buscamos no ser castigados, no enfrentarnos a consecuencias que pongan en juego nuestra tranquilidad y seguridad. Pero, ¡Qué fácil es conseguir resultados atemorizando a otros! Es cuestión de apuntar donde más duela para lograr que la única salida sea la obediencia hacia cualquier dictamen. Sin embargo, ¿cuál es el límite de todo esto? Nosotros como ciudadanos necesitamos que nuestros representantes nos aseguren que estaremos en la capacidad de decidir sin estar bajo la influencia de una persona o grupo de personas que indirectamente nos pregunten “¿Acaso no sabes quién soy yo?” con el único fin de atemorizarnos. Pero para que esto se cumpla también requerimos de un Gobierno que no use este medio para fines propios. El temor es una gran arma, pero como toma arma, esta puede llegar a ser peligrosa.