jueves, 1 de diciembre de 2016
Conocer Lima y ser limeño
Veo la ciudad en movimiento, escucho el claxon de los carros y observo a los conductores desesperados por llegar a su destino. Algunos acuden al periódico para soportar el tráfico infernal, otros simplemente a su celular. Paso por los centros comerciales y todos están llenos, la gente comiendo, comprando y escogiendo. En el camino cruzo un parque en el que únicamente transita un sereno. ¿Por qué los espacios públicos son cada vez menos y por qué los limeños acudimos con mayor frecuencia a los malls en vez de ir a los centros de esparcimiento?
Una identidad urbana no alude exclusivamente a elementos objetivos y tangibles o a ritos y tradiciones, sino que exige una relación cotidiana proactiva entre los habitantes y el medio urbano que habitan (Vega-Centeno, 2013, pág. 123). Es decir, se trata de una constante dinámica de relación entre los ciudadanos en un espacio público.
Sin embargo, somos consientes de que actualmente no es común frecuentar parques, centros recreacionales, centros campestres. Pero siempre estamos al tanto, a través de la web, sobre las ofertas que lanzan los centros comerciales. Es tal vez una disminución del interés social y relacionamiento, y un ensimismarse cada vez más prefiriendo hacer uso de las herramientas tecnológicas para llevar a lo virtual nuestra vida social. Como menciona Richard Sennett en su análisis de las sociedad opulentas, la tecnología también puede llevar a la simplificación de las interacciones humanas con consecuencias negativas para el desarrollo personal.
Parte de esta individualización puede apreciarse desde la dinámica familiar. La costumbre de reunirse en la sala del hogar para compartir con la familia, o comer junto a ellos se ha ido perdiendo. Hoy en día, la habitación personal se redefine como espacio central, inclusive por encima de las áreas comunes de la casa (Vega-Centeno, 2013, pág. 124).
A pesar de ellos, pasamos gran parte de nuestro día en una oficina laborando, inclusive más tiempo que compartiendo con nuestras propias familias. Teniendo conciencia de esto y de la importancia del relacionamiento entre los miembros de una organización, algunas empresas como Lenovo y Kimberly Clark fueron motivadas a incorporar el aspecto de distribución y diseño de sus oficinas como parte de la cultura e identidad de los colaboradores. De esta manera se busca brindar a los empleados un ambiente en donde puedan interactuar fácilmente no sólo con los compañeros de la misma línea, sino también con sus propios jefes y gerentes, teniendo una comunicación abierta entre todos y una sana relación laboral.
Sin embargo, si bien nuestra vida familiar dentro del hogar o nuestra vida trabajando en oficinas dentro de edificios públicos o privados son escenarios fundamentales en la constitución de nuestra vida cotidiana, no son referentes de nuestra vida en la ciudad (Vega-Centeno, 2013, pág. 124). Nosotros somos limeños, ciudadanos de este lugar, fuera de estos lugares habituales. Como diría Jan Gehl (2006), la relación con la ciudad se da al salir de nuestros ámbitos inmediatos. Es decir, acudir a lugares públicos en donde se pueda disfrutar de la experiencia de relacionarse con otros, de conversar en un parque o en una plaza. Y si bien nuestra ciudad cada vez nos brinda menos espacios públicos para disfrutar, es posible aprovechar algunos distritos que conservan estas zonas urbanas de uso compartido.
Según el arquitecto Estuardo Loyola, en una entrevista realizada para el curso de Pensamiento Social Contemporáneo, la globalización y el cambio económico son factores que han ido incorporando en la sociedad una cultura de consumo donde los centros comerciales son considerados los nuevos espacios públicos y la primera opción de un ciudadano que busca tiempo de ocio. Parte de ello influenciado por la inversión pública y privada que, en seguidas ocasiones únicamente buscan conseguir ingresos a través de un elevado nivel de consumo.
También considera que poco a poco podríamos retomar importancia a invertir recursos en desarrollar nuevos espacios públicos. Un ejemplo de ello es el concurso de Parques zonales en Lima promovido por SERPAR con la finalidad de otorgar posibles espacios de interacción en Lima.
Vivimos actualmente en la etapa de metrópoli global, con una concepción diferente de espacio público, donde la ciudad alberga con mayor frecuencia nuevos centros comerciales. Y a pesar de que la creación de nuevos malls no sea completamente negativos, no deberíamos perder el interés por conocer la parte urbana de Lima. Así como años atrás se solía ir a un parque para sentarse en una banca a conversar con otras personas, o ver shows artísticos en público, o simplemente compartir con algún amigo cercano en alguna plaza, nosotros también deberíamos retomar el gusto a entablar relaciones sin que estas sean precisamente a través de aparatos electrónicos como los smartphones.
Una excelente opción para aprovechar los espacios públicos es realizar picnics en algún parque o malecón. Alina Ferrand, conductora del programa Oh Diosas, realizó una publicación sobre los beneficios y la practicidad al realizar un picnic en cualquier parte de Lima que tenga áreas verdes.
Entre los beneficios mencionaba la oportunidad de salir de los espacios cerrados a los que frecuentamos, el poder respirar aire puro, relajar nuestro organismo, estar en contacto con la naturaleza y sobre todo poder compartir con amigos o familiares (Ferrand).
Otra de las opciones con las que contamos es el Parque de la Amistad en el distrito de Surco, Parque de la Imaginación en San Miguel, Circuito Mágico del Agua, Campo de Marte, entre otros (DePeru).
Finalmente ¿En dónde somos limeños? Considero que somos limeños en cada parte urbana de nuestra ciudad, en cada avenida, cada parque, cada plaza que nos permite conocer los exteriores de Lima, la gente y su identidad, el movimiento de la ciudad misma. Somos limeños cada vez que dejamos a un lado el celular para levantar la cabeza y apreciar lo que tenemos a nuestro alrededor, somos limeños cuando decidimos ponernos de pie, salir de nuestro dormitorio para ir a relacionarnos con los demás y a disfrutar de los espacios públicos que aún existen en la ciudad.
Bibliography
DePeru. (s.f.). De Peru. Recuperado el 29 de November de 2016, de http://www.deperu.com/esparcimiento/centros-recreacionales/lima
Ferrand, A. (s.f.). Alina y la dopamina. Recuperado el 29 de November de 2016, de https://alinayladopamina.com/2016/11/18/un-picnic-para-ser-feliz/
Vega-Centeno, P. (2013). ¿Dónde somos limeños? Explorando los espacios públicos de la ciudad. Lima, Perú: Fondo Editorial Universidad Católica.
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